Relatos de mi primer viaje en bicicleta, desde Barcelona (España) a Bangkok (Tailandia)
20 de octubre de 2019
Invierno en Georgia
El 9 de diciembre finalmente
crucé la frontera, dejé atrás Turquía, e ingresé a Georgia, un país muy
diferente, y el contraste se vió apenas llegar. La gente lucía diferente, la ruta
en bastante peor estado que en Turquía, y por supuesto el alfabeto e idioma también diferentes.
Pedaleé unos 30 km hasta la
primera ciudad que visité, Batumi. Un destino turístico de playa, en la costa
del Mar Negro, pero que en Diciembre estaba muy vacío de turistas. Me acomodé en
un hostel barato cercano al centro, y fui a reencontrarme con Facundo, el
pampeano a quién conocí en Capadocia (Turquía) unas semanas antes. Fue lindo
verlo nuevamente, y además compartir en un bar la Final de River – Boca con otro argentino fue fabuloso y como sentirnos un poco en casa.
Primeras horas en Georgia
En Batumi, Georgia
Con Facu, viendo el River Boca en un bar.
Pasé un par de días de descanso
en Batumi, recorriendo el centro y la zona del puerto siempre concurrida por
muchos pescadores. Mi próximo destino sería la Capital, Tbilisi. La lluvia y el
frio me desanimaban a seguir pedaleando los 300 km que me faltaban, asique un
tren fue la mejor opción para llegar a Tbilisi.
Puerto de Batumi
Allí en la capital ya había contactado con un
hostel, donde planeaba quedarme a trabajar como voluntario durante algunos
meses, con idea de pasar el invierno quieto, sin gastar mucho dinero, y además tener tiempo para
acondicionar la bicicleta, obtener mi Visa de Irán, planear mi ruta para los
próximos meses, etc.
Y la experiencia en el hostel no
pudo ser mejor. Todos los días tenía la posibilidad de conocer y convivir con
gente de muchas partes del mundo, siempre con charlas muy interesantes y
divertidas. Las semanas en el hostel se pasaban muy rápido, me lo pasé muy bien, además las tareas
eran muy sencillas, como la limpieza del edificio, o estar en la recepción, y lo mejor es que estaba
en pleno centro y tenía tiempo libre para salir a recorrer la ciudad.
En Tbilisi pasé las fiestas, entre amigos, rodeado de buena gente del hostel. Y fue muy extraño, ya que la navidad y el año nuevo en Georgia se celebran el 7 y 14 de enero, respectivamente (al ser un país de religión Cristiana Ortodoxa). Por lo que hubo doble festejo en cada una de ellas, claro.
En año nuevo con Mark, dueño del hostel
Ya que mi bicicleta seguía
estacionada, y el frío estaba cada vez más fuerte, recorrí algunos destinos del
país en marshutkas, una especie de colectivos chiquitos que viajaban a todas
partes del país, por precios muy económicos, aunque en general bastante
incómodo y apretado, pero que al final siempre era la mejor y más auténtica
opción. Teniendo mi base en Tbilisi, fue bastante simple y barato moverme por
el interior del país, en mis días libres del hostel.
Imágenes de Tbilisi
Las marshutkas, el mejor medio para viajar en Georgia
Entre algunos destinos, pude
conocer Gori, famosa por ser la ciudad natal de Iósif Stalin -político y
dictador Soviético- o Uplistsikhe, una antigua ciudad de cuevas excavadas en la
montaña, con formas muy particulares, que datan de la Edad de Hierro y Edad
Media.
Catedral en Mtskheta, antigua capital Georgiana
Museo de Stalin, en Gori
Viejo vagon usado por Stalin en la URSS
Uplistsikhe
Otra ciudad excavada en la montaña fue Vardzia, incluso más grande y
bonita que la anterior, con incluso grandes iglesias dentro de las cuevas, muy
impresionante de ver. Otra buena escapada fue a Sachkhere, con dos amigos,
Irakli y Mark, parando en casa de los abuelos de Irakli, fue muy lindo
compartir con ellos, ver realmente como vive la gente en el interior, la vida
rural del país.
Castillo de Ajaltsije, en el sur de Georgia
Cuevas en Vardzia
Deliciosa comida Georgiana
Junto a Mark, Irakli y sus abuelos
Khinkalis, el más famoso plato en Georgia
Fui descubriendo que Georgia era
un país muy interesante para explorar, lleno de historia, buena gente, y comida
exquisita. Además del excelente vino que producen, de gran calidad. Es que se
cree que en Georgia fue el primer lugar del mundo donde se produjo el vino,
hace alrededor de 8000 años atrás.
Asímismo, fue una sorpresa muy
linda encontrar en Tbilisi a un montón de otros cicloviajeros, cerca de 30 en
total. Tuvimos un encuentro todos juntos que fue genial para compartir experiencias e información
muy útil. Es que nos encontramos en Georgia a mitad de camino entre Asia y
Europa. La mitad venían desde Asia, la otra mitad veníamos desde Europa, por lo
que tanta información fresca y consejos de primera mano fueron la mejor fuente
para planificar y decidir los destinos futuros del viaje.
Encuentro de cicloviajeros en Tbilisi
De esta forma, las semanas y los
meses se fueron pasando bastante rápido, siempre ocupado con mis tareas en el
hostel, y haciendo amigos también. Fue muy enriquecedor para mí poder trabajar
junto a tanta gente de tan diversos sitios, otros voluntarios de Australia,
USA, Francia, México, Hungria, Turquía, Irlanda, etc. Saber sus ideas y hábitos
a la hora de trabajar y vivir también, fue algo de lo que fui aprendiendo y
copiando. Me llevé de ahí muchas amistades y excelente personas que pude conocer. Fue
también ideal para tomar un respiro con la bicicleta y recomenzar ya pasado el invierno con las pilas bien cargadas para seguir pedaleando.
Siempre buen ambiente en el hostel
Con buenos compañeros de trabajo, y mejores amigos aún
Los últimos días en Georgia, me
enfoqué en dejar la bicicleta en condiciones, cambié la cubierta trasera, la
limpié y aceité para que el reinició fuera sin problemas. Mi plan inicial era
comenzar a pedalear en Marzo, pero se extendió hasta inicios de Mayo.
Finalmente
el 3 de Mayo, ya de mangas cortas, sin frío, me despedí del hostel y de su
gente, fue como irme de casa nuevamente, tomé mucho cariño por esa ciudad, el hostel y los amigos que hice allí. Retomé entonces la ruta rumbo Sur a la frontera con Armenia, que me distaba unos 75 Km. Fue una pedaleada muy especial y que disfruté mucho, ya extrañaba volver a estar sobre la bici y en movimiento.
Despidiendome de Mark y de su hostel
Curioso cartel junto a la ruta
Ultimos km en Georgia, camino a Armenia
Sin dudas que Georgia fue una
gran sorpresa para mí en este viaje. Un país del que no sabía absolutamente
nada antes de comenzar, y que fui descubriendo allí, in situ. Con mucho por
explorar, no es tan grande en territorio, pero tiene mucho por ofrecer al
turista.
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